Existen diversas versiones respecto a su origen, poniéndose de manifiesto su pertenencia al Tronco Bovino Cántabro, precisamente en un medio donde el resto de bovinos no tiene este encuadre filogenético. En su trayectoria histórica ha figurado como ganado de aprovechamiento cárnico y también para festejos taurinos locales.
El Catálogo Oficial de Razas de Ganado incluye a la raza bovina Monchina en el Grupo de Razas Autóctonas en Peligro de Extinción.
Se trata de individuos muy rústicos de temperamento arisco que, acosados, no tardan en embestir. De aquí la aplicación antigua para festejos taurinos, en los que presenta ciertas ventajas respecto a la raza de lidia.
La raza Monchina radica en el Suroeste de Vizcaya, Sureste de Cantabria y Norte de Burgos. La importancia de la raza hoy día es de orden científico, cultural, social y popular. Un instrumento de manejo esencial para la misma es la raza canina Villano de las Encartaciones, hasta el punto de que, podría decirse, que una no existiría sin la otra.
La más pura y dura cría extensiva preside a la raza Monchina, sobre terrenos montañosos de complicada orografía, cubiertos de bosque y matorral, siempre alejados de los núcleos urbanos. Con vigilancia ocasional y a distancia, los ganaderos sólo toman contacto con sus animales para extraer la producción anual o, en ocasiones, para llevar a cabo controles de obligado cumplimiento como controles administrativos y sanitarios.
Manifiesta acusada territorialidad y se alimenta a base de recursos naturales, siendo sólo suplementada con henos durante los días de invierno más duros.
*Expresamos nuestro agradecimiento por su colaboración al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a las Comunidades Autonómas del Estado Español, a las Organizaciones de Criadores de Raza Pura, oficialmente reconocidas por el MAGRAMA y por las CCAA, a los Profesionales de la Ganadería, a las Universidades y a los Centros de Investigación, Selección y Reproducción.